Latidos: El Arte de Transformar las Emociones

Lo llamé ‘Latidos’. Aunque inicialmente lo bauticé como ‘Proceso de un enfado y desenfado’, el título final fue más intuitivo. El arte tiene esa magia de ser una extensión de nuestros latidos, de nuestros silencios y explosiones. Fue mi hijo quien, al ver esta obra por primera vez, la describió como algo vivo. Me sorprendió cómo captó esa vitalidad en las formas, colores y texturas. Para él, era como si las emociones cobraran vida en el lienzo: el enfado nacía, crecía y, al igual que una tormenta, se disolvía.

Desde mi perspectiva como artista, Latidos es más que una simple obra. Es un espacio en blanco entre los latidos de la vida, ese intervalo en el que las emociones se asientan, se procesan y, a veces, se purgan. En cada pincelada busco dar salida a esos sentimientos profundos que recojo empáticamente de mi entorno. Para mí, los latidos son lentos, y es justo en ese silencio entre uno y otro donde sucede la magia. Donde florece la negrura de las flores. Solo hace falta un poco de luz, un poco de abono, para que esa transformación ocurra.

Cada obra de esta serie Latidos es una exploración personal de esos momentos, de esas pausas necesarias que el corazón nos pide. Es mi forma de plasmar lo que siento, lo que veo y lo que, quizá, muchos sienten en su interior pero no logran expresar.

Si esta obra te resuena tanto como a mí mientras la creaba, te invito a explorar el resto de la colección Latidos. Hay mucho más por descubrir, más emociones, más latidos esperando cobrar vida.

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